Lo
mejor para la tristeza,
contestó
Merlin, es aprender
algo.
Es lo único que no falta nunca. Puedes envejecer
y
sentir toda tu anatomía temblorosa;
puedes
permanecer durante horas por la noche
escuchando
el desorden de tus venas ;
puedes
echar de menos a tu único amor...
Entonces
solo hay una cosa posible ;
aprender...